El despido disciplinario es aquél en el que la empresa decide dar por finalizada la relación laboral con la persona trabajadora, a consecuencia de que esta (trabajador o trabajadora) comete una disciplina de forma grave y culpable.
De esta manera, para que el despido se considere procedente (es decir, que sea legal), debe cumplir con una serie de requisitos.
Requisitos del despido disciplinario para que no sea improcedente
Entre los requisitos y formalidades más importantes que debe cumplir el despido disciplinario, encontramos los siguientes:
- Existencia de falta grave o muy grave: El despido disciplinario solo puede producirse por falta grave o muy grave.
- La indisciplina debe ser culpable: es decir, la culpa debe ser única de la persona trabajadora. Ejemplo: un camarero tras 10 hs de trabajo se equivoca al coger pedidos y los clientes se quejan, difícilmente podrá considerarse único culpable del error. En la misma línea,
- Proporcionalidad: La sanción debe ser proporcionada a la gravedad de la falta cometida y aplicada de forma coherente. De esta forma, si es la primera falta y no es de extrema gravedad (por ejemplo, discutió e insultó al jefe), podría considerarse desproporcionado que se opte por el despido.
- Notificación escrita: El despido se debe notificar por escrito al trabajador, indicando las causas que lo motivan y la fecha en que producirá efectos. En caso de no cumplir este requisito, podría considerarse el despido como improcedente.
- Como es lógico, además de lo ya expuesto, la causa del despido alegada en la notificación del mismo debe ser real. En caso de encontrarse con una causa falsa o que no se ajuste a la realidad, estaremos -muy probablemente- ante un despido disciplinario.
- Pago de los salarios debidos: el trabajador tiene derecho a su salario y a las vacaciones pendientes hasta la fecha del despido.
El incumplimiento de alguno de los puntos anteriores puede ser indicativo de que nos encontramos ante un despido improcedente, con todo lo que ello significa.
¿Cuáles son las faltas graves más habituales que generan los despidos disciplinarios?
Las faltas graves más habituales que pueden justificar un despido disciplinario son:
- Desobediencia continuada
- Acoso o discriminación
- Incumplimiento reiterado de las obligaciones laborales
- Acumulación de faltas graves
- Disminución voluntaria y continuada del rendimiento de trabajo
- Cualquier otra que se establezca en el convenio colectivo de aplicación
¿Cuáles son las consecuencias de un despido disciplinario? ¿Tengo derecho a paro si me hacen un despido disciplinario?
Por una parte, el despido disciplinario no conlleva indemnización por fin de contrato. En muchos casos, esto conlleva un ahorro importante para la empresa si la persona despedida tenía un salario alto o cierta antigüedad.
Por otra parte, este tipo de despido no requiere de preaviso, por lo que se puede comunicar el mismo día que se inicien los efectos.
En cuanto a la prestación por desempleo (paro), el despido disciplinario sí que da derecho a paro.
¿Qué puedo hacer si mi despido disciplinario es improcedente?
Si consideras que tu despido disciplinario no es legal, no se ajusta a la realidad o no cumple con los requisitos comentados, debes impugnarlo.
Esto requiere de, en primer lugar (caso de les Illes Balears), acudir al TAMIB, y seguidamente, interponer la correspondiente demanda. No se debe olvidar que se dispone de 20 días hábiles para hacerlo.
En caso de que no sepas si tu despido es legal o no, te aconsejo que acudas a un especialista para que te asesore. Así mismo, y en todo caso, si eres un particular con cierta antigüedad o un salario medio/alto, te aconsejo acudas a un especialistas para que analice al detalle tu carta de despido.
Puedes dejarme preguntas en esta entrada que te responderé, o contactarme vía WhatsApp o en mis redes sociales, sin compromiso alguno.